La vida diaria suele demandarnos tiempo y esfuerzo tanto mental como físico. Muchas veces con nuestras actividades del día a día nos olvidamos de que nuestra salud es importante para nuestro rendimiento y bienestar, por eso hay que ocuparnos de mejorar nuestra calidad de vida, para tener la salud que necesitamos en la vida cotidiana.
Una buena calidad de vida se va a reflejar en nuestro estado de ánimo y nuestro estado físico, que no solo influirá en nosotros mismos, también en la convivencia con otras personas, generando cambios positivos y de valor en nuestra vida.
También hay que recordar que un cuerpo sano da como resultado una menta sana, lo uno va con lo otro y el trabajo es continuo para cuidar de nuestro cuerpo y nuestra mente.
Aquí te dejamos 3 consejos clave para mejorar tu calidad de vida en el aspecto físico y mental
1. Realiza actividad física
Realizar cualquier tipo de actividad física beneficia al sistema respiratorio y el cardiovascular, además de aumentar tu movilidad y flexibilidad; y potencia tus defensas mientras relaja tu cuerpo otorgándole bienestar. Es recomendable hacer al menos 30 minutos diarios de actividad física (correr, nadar, caminar, montar en bicicleta, bailar, saltar la cuerda, levantar peso, hacer yoga, etc.). Si no te es posible realizar actividad física diaria puedes hacer pequeñas acciones que hacen la gran diferencia, como subir las escaleras en vez de tomar el ascensor o ir en bicicleta al trabajo/escuela.
2. Buena alimentación
Cuida tu alimentación, no te olvides de incorporar las frutas y verduras en tu dieta para darle a tu cuerpo los nutrientes y energía que necesita. Y lo más importante, toma al menos cinco comidas diarias que incluyan todos los grupos de alimentos. No te olvides de tomar tu desayuno todos los días y tomar agua constantemente.
3. Alimenta y cuida tu mente
Mantente motivado aprendiendo nuevas cosas que te llamen la atención, dale espacio a tus pasatiempos, a tus proyectos personales y ejercita tu mente con actividades diferentes. Y, sobre todo, prioriza actividades que te proporcionen bienestar emocional (meditar, leer un libro, estar con amigos, salir). Si las emociones negativas están presentes a pesar de realizar lo anterior, pedir ayuda a un profesional de la salud mental es la primera opción.
Para lograr eso que queremos en nuestra vida, tener relaciones saludables, y en general sentirnos bien con nosotros mismos; apostemos por las actividades que nos hacen bien tanto física como emocionalmente. Encuentra el tiempo de hacer lo que te gusta y libera tus emociones, el día a día es un trabajo por una mejor calidad de vida, depende de ti y tus acciones. Los pequeños hábitos hacen la diferencia en nuestro bienestar.
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